El término fracaso emana del vocablo italiano fracasare que puede traducirse como “estrellarse” o “romperse”. Hace referencia a la frustración y al resultado adverso en un negocio. La competitividad que caracteriza a la sociedad actual divide entre “ganadores” que son encumbrados e idolatrados, y “perdedores” que son mal vistos y obligados a pagar por sus fracasos.
El hecho de cometer errores y no responsabilizarse por ellos constituye una incapacidad humana es un mecanismo de defensa generado por el rechazo al fracaso, no obstante los errores y el fracaso permiten el aprendizaje. Por eso, si queremos hablar de éxito hay que hablar del fracaso porque es tan importante es saber lo que se debe hacer como lo que no se debe hacer.
A continuación describimos algunas acciones que si no las tomas en cuenta seguramente te generarán fracasos en tu desarrollo de negocio.
- l no realizar planes estratégicos a largo plazo hará que tu proyecto se centre exclusivamente en el aquí y el ahora, por lo que probablemente no tendrá futuro; cuando llegues a darte cuenta de que el mercado ha cambiado, la mayoría de sus competidores ya tendrán mayor experiencia que tú y estarán utilizando los nuevos principios y herramientas.
- Un proyecto no debe depender de la financiación externa en más de un 60% para no caer en operaciones propias de una inversión especulativa que de una con visión a largo plazo. Evita el “ahogar” a la empresa en los primeros años de vida. Si hay utilidades es recomendable reinvertirlas con el objetivo de capitalizar el negocio. Este proceso puede llegar a tomar hasta cinco años.
- Una empresa que no perciba a sus trabajadores como su más valioso capital, está en serios problemas por falta de estrategia en Recursos Humanos y Gestión del Talento.
- Hay empresas dejan que sus productos y servicios se estanquen, y con el tiempo se ven superados por propuestas más innovadoras.
Un verdadero líder, lidera para que otros puedan alcanzar con su trabajo los objetivos de la organización. Lo más importante en un proyecto es seleccionar adecuadamente al equipo que colaborará en él porque es natural que un emprendedor no sea experto en todos los componentes de la gestión empresarial.
Una buena alternativa es acercarse a las firmas consultoras. Conoce los beneficios que pueden aportar para llevar tu negocio al éxito.