La franquicia social es un modelo que ayuda al desarrollo social, se originó en Brasil a finales de la década de los ochenta con un programa de formación para jóvenes marginados y que se ha reproducido como franquicia social utilizando las estrategias, metodologías e instrumentos del sistema de franquicias, ya probados en la práctica.
El termino franquicia social no debe de confundirse con filantropía o responsabilidad social, aunque para empresas interesadas en cumplir con la responsabilidad social, ofrece innumerables ventajas. Las franquicias sociales tienen menos problemas porque pueden acceder a fondos de co-inversión social, buscar capital semilla a fondo perdido o la recuperación del financiamiento por medio de regalías. Es decir, la franquicia social busca ser autosustentable al mismo tiempo que resuelve alguna problemática o necesidad social.
En la década de los años 90 en Filipina, India, Bolivia, Zambia y Pakistán se franquiciaron los servicios reproductivos a través de clínicas o capacitando a médicos que estaban sin trabajar. Estos programas fueron manejados por varias ONG, uno de los modelos más exitosos fue el “Estrella verde” en Pakistán atrayendo a más de 10 millones de clientes cada año. Este mismo proyecto, se ha desarrollado en otros países con la marca MARIE- STOPES INTERNACIONAL abarcando 38 países y desarrollando proyectos de franquicias sociales en Centro América.
En la India se desarrolló con gran éxito una franquicia social para asistir a niños de la calle que se llama Childline, los conecta con servicios sociales y el programa crece. La franquicia incluye marca, línea de ayuda gratuita, software, capacitación y hasta un pequeño capital para empezar.
También en la India, Unilever se asoció para promover su jabón para la ropa, desarrolló un producto no contaminante -ya que las mujeres lavan en el río- y asociada con una ONG de microcréditos, convirtió a familias enteras en franquiciatarios sociales intermediarios y con este cambio logró maximizar el impacto social.
En México, Gallástegui Armella Franquicias ha tenido una importante participación en eldesarrollo de franquicias sociales, tales como: Daunis, la empresa de tamales que tiene como objetivo la capacitación de personas con síndrome Down; Unidos somos Iguales, es un programa de convivencia con personas de capacidades diferentes; Fundación Rafael Márquez promueve el deporte en zonas marginadas; Centro de Fortalecimiento de la Sociedad Civil promueve la participación en el desarrollo de una sociedad democrática para incidir en políticas públicas que eleven el bienestar social; Empresarios por la Educación Básica, gestión de la calidad en la educación en las escuelas primarias.
La necesidad de aumentar los recursos para los emprendedores y los problemas a resolver puede ser transformada en grandes oportunidades mediante el desarrollo de las franquicias sociales.
En una franquicia social, se combinan la pasión por la causa con la inteligencia estratégica; una causa capaz de movilizar recursos hacia el bien público, convierte la filantropía en una agencia de cambio social y no solo en un negocio.